No voy a ocultar lo que me pasó. Estuvo mal, y el silencio solo lo empeora.

Una mañana, en algún momento durante la pandemia, estaba en una cafetería cerca de mi casa con mi familia. Mis padres trabajaban desde casa, así que hicimos una tradición ir caminando a las cafeterías cercanas y sentarnos afuera, tomando café, té y jugando a las cartas. Era bueno poder hacer ejercicio y pasar tiempo fuera de casa. Esa mañana, mis padres entraron en la cafetería por alguna razón. Me quedé afuera, en la terraza, hablando con mi hermana, que es dos años menor que yo. Ambos éramos adolescentes, pero no recuerdo exactamente cuántos años teníamos. Un hombre entró al estacionamiento hacia nosotros. Su ropa estaba sucia y parecía un indigente. Empezó a caminar a nuestro alrededor en silencio. Estaba demasiado asustado para hacer algo. Me agarró la nalga y la apretó. No lo vi, pero le hizo lo mismo a mi hermana. Ojalá le hubiera dado un puñetazo a esa maldita excusa de ser humano. Estaba en shock, así que me quedé ahí parado, pensando: '¿Qué demonios me está pasando...?'. No parecía real. Normalmente no digo muchas palabrotas, pero ni siquiera todas las palabrotas expresan lo enfadado que estaba. Estuve fatal durante semanas, y sigo enfadado pensando y escribiendo sobre ello. Ese cabrón se marchó, todavía en silencio, como si no hubiera empezado a hacerme pasar un infierno. Se lo conté a mis padres a los pocos minutos de que salieran del café. Gracias a Dios me creyeron. Al día siguiente hicimos la denuncia a la policía. Que yo sepa, nunca lo encontraron. Odio que alguien así ande libre e impune. Quería que mi primera experiencia con contacto sexual fuera con alguien a quien quisiera. He tenido otras malas experiencias con gente sin hogar. Hace un mes o dos, justo después de que me bajara del autobús de la universidad, vi a una persona sin hogar gritando y agitándose (no a mí). Lógicamente, sabía que los gritos no eran para mí, pero tenía miedo y mis instintos me dominaron. Salí corriendo como un tronco. Después del ataque, la reacción de huida en situaciones que podrían ser de lucha o huida se volvió aún más sensible. Me siento como un coche con una alarma que suena cada vez que pasa un camión grande. Voy a terapia en la universidad. A veces me pregunto si alguna vez podré confiar lo suficiente en alguien como para tener una relación íntima. Tener una relación romántica a largo plazo es algo que deseo para mí, pero me da miedo que una futura pareja me toque cuando no quiero. Gracias por leer esto.